El medio rural evita la emisión de 44 millones de toneladas de CO2 equivalentes durante el año 2021

Presentación II Informe Descarbonización Rural
  • Se constata el desequilibrio territorial en la implantación del vehículo eléctrico, ya que más del 90% del crecimiento registrado en el último año se ha producido en zonas no rurales
  • El informe pone de relieve la necesidad de una mayor información para el acceso a los recursos públicos, ya que solo 8 de cada 100 empresas y 1 de cada 100 hogares rurales han solicitado ayudas de los Fondos Europeos Next Generation
  • El Observatorio muestra una evolución positiva en el desarrollo del autoconsumo en las zonas rurales, donde el 34% de las empresas y el 8% de los hogares rurales disponen de autoconsumo en sus propiedades.

A pesar de la contribución del medio rural a la descarbonización, la transición energética progresa a un ritmo más lento del deseado en este ámbito. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende de la segunda edición del Observatorio de Descarbonización Rural, promovido por CIDE, asociación que engloba a 190 compañías distribuidoras de energía eléctrica. Entre los principales frenos, el informe destaca el lento avance en ejes estratégicos como el vehículo eléctrico o el almacenamiento eléctrico, así como la complejidad en el acceso a las ayudas.

“Asistimos a una evolución de la transición energética en dos velocidades, situando en un segundo plano al medio rural. Cabe recordar la pertinente promesa de “no dejar a nadie atrás” en este camino. No nos lo podemos permitir, porque el medio rural contribuye de forma activa a la descarbonización a nivel nacional y, sin embargo, no está percibiendo el retorno por parte de la sociedad. La transición ecológica puede ser, y ha de ser, una oportunidad para el mundo rural”, ha afirmado Gerardo Cuerva, presidente de CIDE, quien ha añadido que “este análisis cobra especial importancia en el actual contexto de crisis energética, en el que hay que tener en cuenta a las redes, necesarias para que la transición se lleve a cabo, y en el que es más necesario que nunca un entorno regulatorio predecible, estable y flexible”.

Por segundo año, el Observatorio, realizado en colaboración con la consultora Deloitte, ha sido presentado en un acto que ha contado con la asistencia de más de 100 profesionales, representantes de la administración y asociaciones sectoriales. La edición 2022 viene a constatar un desarrollo desigual de la transición energética entre el ámbito rural y el urbano, que se reproduce en los distintos ecosistemas analizados: la concienciación y cohesión ciudadana, el grado de desarrollo del vehículo eléctrico, el autoconsumo, el almacenamiento eléctrico, la electrificación y eficiencia de otros usos energéticos y la generación eléctrica libre de emisiones.

Complejidad de acceso a las ayudas

En la comparativa anual, la preocupación por la descarbonización ha disminuido en las zonas rurales, hecho más pronunciado en el ámbito empresarial. De esta manera, 2 de cada 3 hogares rurales no participa activamente en medidas para la reducción de la huella de carbono, mientras que las empresas rurales que no participan suman el 98% del total. Entre las causas, se apunta a un grado de desinformación relevante sobre los consumos eléctricos, donde el 65% de los hogares y el 52% de las empresas rurales afirma no comprender el incremento en la factura eléctrica del último año. Por otro lado, a pesar del gran volumen de recursos disponibles para lograr los objetivos climáticos de descarbonización y el esfuerzo en su divulgación, solo 8 de cada 100 empresas rurales han solicitado una ayuda relacionada con los Fondos Europeos Next Generation, siendo apenas el 1 de cada 100 en el caso de los hogares rurales.

Brecha en la red pública de recarga

Con relación a la descarbonización del transporte, el informe también pone de manifiesto el desequilibrio territorial en la implantación del vehículo eléctrico. Durante el año 2021, a nivel nacional, ha aumentado el número de vehículos eléctricos en aproximadamente 37.000 unidades, hasta alcanzar 162.000. Sin embargo, más del 90% de ese crecimiento se ha producido en zonas no rurales.

Una inadecuada percepción sobre los beneficios de su uso, el mayor coste inicial frente a un vehículo convencional y la falta de una infraestructura de recarga pública estarían frenando el despliegue del vehículo eléctrico, y limitándolo aún más en las zonas rurales. Actualmente solo el 29% de los encuestados rurales dispone de recarga pública cercana a su vivienda. En general y aunque se espera que el crecimiento de los vehículos eléctricos continúe durante el 2022, la cifra se mantiene muy por debajo del objetivo de cinco millones establecido por el Gobierno para el año 2030.

Impulso del autoconsumo, el almacenamiento y las comunidades energéticas

El contexto económico actual en Europa, marcado por la escalada de precios pone de relevancia el autoconsumo y el despliegue de comunidades energéticas. Respecto al año pasado, existe una evolución positiva en el desarrollo del autoconsumo en las zonas rurales. En particular, el 34% de las empresas y el 8% de los hogares rurales disponen de autoconsumo en sus propiedades. En lo que concierne a la intención de instalarlo en los próximos años, esta se ha incrementado sensiblemente, especialmente en el entorno empresarial. Esta tendencia positiva aún tiene recorrido para su crecimiento, en especial en los hogares rurales. Para que esto ocurra se requiere de medidas de impulso, especialmente destinadas a facilitar el acceso a los mecanismos habilitados desde el Gobierno. Otros obstáculos para el autoconsumo se corresponden con las barreras económicas por las rentas más bajas en las zonas rurales respecto a las zonas urbanas o metropolitanas. El Observatorio aporta también una radiografía del almacenamiento eléctrico, aspecto en el que el grado de penetración en los hogares rurales en 2022 permanece constante respecto a 2021, sin llegar a revelarse como una opción a tener en consideración por los consumidores en el medio rural.

En cuanto a la generación eléctrica libre de emisiones, continúa también la tendencia de años anteriores, y la potencia instalada de energía renovable ubicada en el medio rural se mantiene en un 87% con respecto a la potencia renovable instalada en el resto del país. Asimismo, en términos de energía, el consumo de energía renovable de origen rural en España representó en 2021 el 40% de la energía consumida, con un crecimiento del 2% con respecto al 2020 y un 8% en comparación con 2019. En este sentido, aumenta en un 8% su contribución a la reducción de la huella de carbono respecto al año anterior, lo que equivale al 16% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero totales de España durante el mismo año. Así, las instalaciones de generación renovable en el ámbito rural han llegado a evitar 44 millones de toneladas de CO2 equivalentes durante el año 2021.

Por último, el informe aporta en su capítulo Conclusiones, recomendaciones y propone soluciones concretas basada en datos y cifras para cambiar la tendencia.

Vídeo de presentación del II Informe de resultados

Observatorio de Descarbo­niza­ción Rural – Grado de desarrollo del vehículo eléctrico en España

La penetración del vehículo eléctrico en España  está siendo desigual, el despliegue en el medio rural  es cuatro veces inferior al de las zonas urbanas,  una diferencia que se ve intensificada por un déficit  de recursos, infraestructuras y campañas  de concienciación. Sin embargo, la electrificación del transporte puede  atraer grandes oportunidades para el medio rural,  a través de la instalación de corredores de puntos  de recarga que conecten las diferentes áreas  del territorio nacional, actuando como palanca  de desarrollo económico en estas zonas.

La falta de infraestructura de recarga pública  es uno de los principales frenos a la penetración  del vehículo eléctrico en las zonas rurales:  más del 80% de los usuarios domésticos y del 60%  de autónomos y PYMES que posee coche eléctrico  no dispone de una estación de recarga propia 
homologada. 

El desarrollo de corredores de infraestructura  de recarga en España es clave para el vehículo  eléctrico, ya que las zonas rurales vertebran el  país y por ellas discurren una gran parte de las rutas  principales y secundarias de transporte.



La renovación del parque automovilístico  es una ocasión excelente para la electrificación. Más del 75% de los turismos en las zonas rurales  tiene más de 10 años. Si no hay medidas  incentivadoras,7,7 millones de vehículos en las zonas  rurales podrían quedar fuera del cambio modal hacia  una movilidad sostenible. 

Teniendo en cuenta que los desplazamientos diarios  en las zonas rurales frecuentemente precisan  de la utilización del vehículo privado, contar con  apoyo económico, podría movilizar la adquisición  y uso del vehículo eléctrico por parte de la  población rural.


 
Entre los objetivos previstos en el PNIEC  (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima)  se prevee llegar a los 5 millones de vehículos  eléctricos en 2030. Un horizonte que requerirá de infraestructuras,  ayudas y campañas de sensibilización, entre otras  medidas.


FUENTE: SOLAR NEWS

Entrevista Leonardo Hervás, Director General de CIDE

Entrevista Leo

El medio rural está llamado a jugar un rol esencial en la necesaria descarbonización del país. Impulsor de una transición ecológica que abre nuevas oportunidades a las áreas menos pobladas del país, como contribución al reto demográfico. CIDE presentó el Observatorio de Descarbonización Rural, una iniciativa para medir el papel del medio rural en la estrategia de transición energética 2030-2050.

El primer informe anual del Observatorio, realizado en colaboración con Deloitte, aporta una primera fotografía de distintos ecosistemas clave, como el vehículo eléctrico, el autoconsumo o el almacenamiento.

El medio rural, al igual que el conjunto del país, está inmerso en un proceso de transición ecológica llamado a cambiar radicalmente el panorama energético, así como, si  se realiza adecuadamente, generar un efecto tractor que ge nere importantes mejoras de carácter socioeconómico

Sin embargo, la realidad es que el apoyo que se está ofreciendo al medio rural en este proceso es limitado. En muchas ocasiones, se carece de políticas específicas adecuadas para este medio, lo que está lastrando la transición energética en estas zonas y desaprovechando el potencial de mejora que podría derivarse de esta transformación. Leonardo Hervás director general de CIDE, remarca en esta entrevista que la apuesta por la España rural: “Requiere un planteamiento ambicioso, con medidas reales y la implicación de todos, administraciones, ciudadanos, empresas, asociaciones…”

 

La España rural se vacía, ¿Son reversibles las causas de la despoblación?

Tienen que ser reversibles porque el modelo actual no es sostenible. Pero el reto demográfico es complejo, requiere un planteamiento ambicioso, con medidas reales y la implicación de todos, administraciones, ciudadanos, empresas, asociaciones… Ha sido una asignatura pendiente durante mucho tiempo, pero ahora la transición ecológica se presenta como una gran oportunidad para crear e impulsar esas condiciones que permitan fijar población en el territorio, que den opciones a esta población, que, de otra manera, se ve abocada a abandonar su pueblo o su ciudad para tener un futuro. Estamos en un contexto inigualable para revertir el proceso y ser capaces de generar empleo, aumentar y mejorar las infraestructuras y equipamientos básicos, potenciar la conectividad y explotar el potencial de las energías renovables.

La conclusión general es que hay mucho trabajo por delante para poder sacar el máximo provecho a las condiciones que brinda el medio rural para cumplir con la hoja de ruta marcada y, en este sentido, es preciso adoptar medidas urgentes si queremos cumplir con ese horizonte 2030-2050.

 

¿Qué se puede hacer?

Como decía, el reto demográfico y energético van de la mano. En el plan de acción presentado por el Gobierno en 2021 para abordar la despoblación, la transición ecológica es uno de los ejes, ligado a otros muchos aspectos, como la conectividad, el desarrollo del territorio, la igualdad de oportunidades, el impulso del turismo sostenible y del tejido productivo local, el fomento de la deslocalización de los servicios públicos o la promoción de la cultura, entre otros.  En CIDE creemos firmemente en nuestras empresas y en el modelo que representan: cercanía y calidad. Creemos que las políticas económicas deberían basarse menos en medias económicas en las que tienen mucho peso las zonas concentradas, y primar valores tan necesarios como son la cercanía y la calidad, pues para llegar a ellos es necesario emplear a personas en el territorio y darles continuidad. Económicamente puede que a corto plazo tenga un mayor coste, pero los beneficios globales son claros para la sociedad.

AI año, Ia energía renovable generada en eI medio rural evita Ia emisión de aI menos 39 miIIones de toneIadas de CO2, Io que equivale a más deI l2% de Ias emisiones totaIes de gases de efecto invernadero nacionaIes.

 

¿Las renovables pueden tener un papel en el que se faciliten las inversiones para que crezca el empleo y, en definitiva, se promueva la igualdad de oportunidades?

Efectivamente, la transición hacia una energía limpia nos permite un modelo económico deslocalizado, en el que se abren oportunidades de creación de empleo, equidad y co hesión territorial. El medio rural juega ya un papel muy relevante en renovables, puesto que un tercio de la energía que se consume en España es producida en el medio rural y  además es renovable, pero esto es solo el principio porque  hay mucho camino por explorar y recorrer en este ámbito, como por ejemplo, el desarrollo de las comunidades energéticas basadas en energías renovables y también con el au toconsumo; en este ámbito habrá un gran desarrollo en los próximos años.

Pero además las energías renovables nos permitirán reducir significativamente nuestra dependencia energética del exterior y por lo tanto, nuestra factura energética como país. Esto, sin duda, dotará a nuestra economía de mayor competitividad.

CIDE ha presentado el Observatorio de Descarbonización Rural, una iniciativa para medir el papel del medio rural en la estrategia de transición energética 2030-2050.

 

¿Cuáles son las principales conclusiones?

La conclusión general es que hay mucho trabajo por delante para poder sacar el máximo provecho a las condiciones que brinda el medio rural para cumplir con la hoja de ruta marcada y, en este sentido, es preciso adoptar medidas urgentes si queremos cumplir con ese horizonte 2030 – 2050. Así lo hemos observado en cada uno de los ecosistemas que hemos analizado.

Por ejemplo, con relación al vehículo eléctrico, según los datos del Observatorio de Descarbonización Rural, el 94% de los usuarios domésticos rurales no tiene intención de sustituir su vehículo por uno eléctrico en los próximos cinco años. Si a este dato le unimos que más de tres cuartas partes del parque automovilístico tiene más de 10 años, y por lo tanto, es susceptible de ser renovado a corto plazo, llegamos a la conclusión de que es preciso actuar para que el cambio se produzca hacia un tipo de movilidad no emisora.

Por otro lado, con respecto al autoconsumo en el medio rural, se observan dos vertientes. La primera es la de las em presas, en las que se ha identificado un nivel de desarrollo y adopción notable, con un 25% que ya dispone de esta forma de producción y un 33% que considera que lo pondrá en los próximos años. Y la segunda, la de los hogares, en la que a pesar de que la España rural presenta unas condiciones muy favorables para su desarrollo, el 91% de los hogares, según los resultados del Observatorio, no tiene intención de instalarlo.

En relación al grado de electrificación en general, los consumos energéticos de las familias y empresas rurales habitualmente se basan en energías más contaminantes. Por poner algunos ejemplos, el grado de electrificación en los hogares rurales es más de un 20% inferior a la media nacional y el despliegue del vehículo eléctrico en el ámbito rural es 4 veces inferior al del ámbito no rural.

 

¿Qué acciones concretas en el corto y medio plazo se deberían tomar para garantizar la inclusión del medio rural en el proceso de descarbonización?

En primer lugar, tenemos que ser capaces de concienciar e informar a los ciudadanos. La cercanía a través de presen cia en las zonas rurales es fundamental. Nosotros, desde CIDE, estamos contribuyendo desde nuestras empresas ru rales, por el conocimiento que tenemos de este medio y la cercanía a nuestros vecinos. Pero se puede ir más allá, con asesoramiento e información de utilidad tanto para empresas como para usuarios finales, que faciliten su implicación real en el cambio de modelo energético, a través de oficinas, por ejemplo, que informen sobre todo ello.

Pero la concienciación debe ir también acompañada de apoyo económico, pues hemos observado que la brecha entre zonas rurales y urbanas está condicionada en muchos casos por el menor nivel de renta, por lo que es un punto prioritario de actuación, mediante mecanismos de ayudas claros y sencillos. Con el impulso económico adecuado se podría incrementar el grado de electrificación de usos básicos como son la calefacción, el agua caliente o la cocina, con un potencial superior al 70% de los usuarios.

 

¿Qué papel juega la electrificación en el proceso de descarbonización y desarrollo del medio rural?

La descarbonización será posible si logramos cambiar nuestros patrones de consumo hacia formas energéticas no contaminantes. A día de hoy, la más madura y universal es la electricidad. Gozamos de unas redes envidiables a nivel mundial, disponemos de recurso solar y eólico sin igual, y contamos con una industria puntera que puede proveernos de la tecnología necesaria para que el cambio se haga realidad.

La electrificación será clave para descarbonizar el sector del   transporte. Para ello, es preciso incentivar la implementación de infraestructuras de recarga pública en las zonas ru rales como mecanismo que fomente el despliegue de la movilidad eléctrica en el medio. Así se favorecería el impulso y un mayor desarrollo de la movilidad sostenible.

Tal y como se ha comentado antes, esta nueva ola de electrificación va a traer consigo nuevos modelos de relación con la energía eléctrica, que permitirán el desarrollo del medio rural. La generación distribuida o las comunidades energéticas serán buen ejemplo de ello.

Se carece de políticas específicas adecuadas para el medio rural. ¿Hay interés político de revertir esta situación?

La hoja de ruta está marcada en ese horizonte 2030 – 2050. Ahora es el momento de implementar las políticas y el papel de las administraciones, a todos los niveles, es esencial para dotarlas de los recursos necesarios.


FUENTE: Solar News

¿Qué es el Observatorio de Descarbonización Rural de CIDE?

¿Qué es el Observatorio_

CIDE ha lanzado el Observatorio de Descarbonización Rural, una iniciativa para medir el papel del medio rural en la estrategia de transición energética 2030-2050.El primer informe anual del Observatorio, realizado en colaboración con Deloitte, aporta una primera fotografía de distintos ecosistemas clave, como el vehículo eléctrico, el autoconsumo o el almacenamiento. A partir de los datos obtenidos, propone líneas de actuación para que la denominada “España Vaciada” aproveche todo el potencial del cambio de modelo energético.

 

Papel y oportunidades del medio rural en la transición energética 

En 2020, el 32% de la energía consumida en España fue de origen renovable y rural. En torno al 88% de la potencia instalada de energía renovable se encuentra ubicada en el medio rural. Al año, la energía renovable generada en el medio rural evita la emisión de al menos 39 millones de toneladas de CO 2 , lo que equivale a más del 12% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero nacionales. El consumo eléctrico en los hogares rurales es inferior en más de un 20% con respecto a la media española. La implantación del vehículo eléctrico en el ámbito rural es 4 veces inferior al entorno urbano. 
 
Un llamamiento a la acción en el que insistieron los distintos participantes en la presentación del Observatorio. “La transición a una energía limpia nos permite un modelo económico sostenible, en el que se abren oportunidades de creación de empleo, equidad y cohesión territorial” Gerardo Cuerva, presidente de CIDE.


FUENTE: SOLAR NEWS

El Observatorio de Descarbonización Rural persigue destacar el medio rural en la transición energética

El ODR persigue destacar el medio rural

La Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica (CIDE) ha presentado el Observatorio de Descarbonización Rural, una iniciativa que mide y da visibilidad a la importancia del medio rural en la estrategia de transición energética 2030-2050. Durante la presentación se ha dado a conocer el informe anual del Observatorio realizado en colaboración con la consultora Deloitte.

El estudio muestra la paradoja existente en torno al papel que el medio rural juega en la transición energética. Si bien se trata del ámbito en el que se desarrollan gran parte de las instalaciones renovables a gran escala y en el que se ubican las redes de transporte y distribución, los datos muestran que el mundo rural se encuentra rezagado en algunos ámbitos clave como el vehículo eléctrico, el autoconsumo, el almacenamiento eléctrico o la electrificación y eficiencia, entre los ecosistemas analizados.

Datos energéticos del medio rural

Según los datos aportados, en 2020 el 32% de la energía consumida en España es de origen renovable y rural y en torno al 88% de la potencia de energía renovable instalada se ubica en el medio rural. Sin embargo, el consumo eléctrico en los hogares rurales es inferior en más de un 20% respecto a la media española.

La presentación del Observatorio de Descarbonización Rural ha contado con la asistencia de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen; la consejera de Transición Ecológica de la Junta de Extremadura, Olga García; el presidente de la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico de la FEMP, Miguel Gracia Ferrer; y Oliverio Álvarez, socio de Industria y Energía y responsable del área de Regulación Técnico-Económica de Energía de Deloitte.

“El Observatorio surge fruto de la estrecha vinculación de las empresas de CIDE con el mundo rural y la convicción de que el medio rural está llamado a desempeñar un papel indispensable en el proceso de descarbonización de la economía, pues alberga gran parte del potencial de generación renovable nacional, además de presentar las condiciones idóneas para su desarrollo. El objetivo es obtener datos representativos que sirvan para la realización de acciones efectivas”, ha destacado el presidente de CIDE, Gerardo Cuerva.


FUENTE: Smart Grids Info